Hombres y mujeres imaginarios
junto a otros miles de personas imaginarias
hacinados en una cárcel imaginaria
rodeados de muros imaginarios
viven en la dignidad imaginaria.
Junto a los hombres y mujeres imaginarios
miles de otros cuerpos imaginarios
intentando respetar las recomendaciones imaginarias
terminan infectados por una pandemia imaginaria.
Estos enfermos imaginarios
con movimiento imaginario
se van al mejor sistema de salud imaginario
colapsando las camas y ventiladores imaginarios
que esperaban ocupar los otros enfermos, enfermos imaginarios
esos mismos que dicen vivir en libertad, en la libertad imaginaria.
A ver si por ahí le vamos tomando el peso a la situación que se vive en las cárceles y lo que podría significar.
Tenemos un sólo sistema de salud ¿para dónde creían que iban a ir estos casos que se reproducen mucho más rápido que en otros lugares debido al hacinamiento?